Como hace poco ocurría con Di que sí (película española, película estadounidense), a los distribuidores españoles no se les cae la cara de vergüenza y le ponen el mismo título que tuviera aquella de Robin Williams, en el original, What dreams may come. Cuestiones titulares aparte, la nueva comedia de Sandler, con guión a medias de su habitual compinche (en el mejor sentido de la palabra) Herlihy, es un producto propio de la Disney, con lo que quedaría todo dicho... pero como siempre hay algún faltuscón me explicaré mejor: una tontuna simpática para echar una tarde soporífera de domingo delante de la tele, hala. Al menos he batido el registro de mayor número de vínculos en una entrada (en este blog, quiero decir, que siempre hay un quisquilloso con las orejas tiesas).
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