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En Francia y Hungría se limitan a traducir el original. En Méjico y algún que otro país americano hacen un tímido intento de traducción "fantástica".
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Pero fantasía es lo que encontramos en otras versiones. Además de la española, la sueca no repara en imaginación lingüística y opta por una frase que sigue la idea de el otro lado de la vida; traducción a ojo de buen cubero, disculpas por adelantado a nuestros lectores escandinavos. En Alemanía se han decantado por intentar vender una comedia romántica, de ahí el título, A quien los fantasmas aman y que aparezca la imagen de Tea Leoni, pero lo curioso es que la imagen principal esté invertida respecto al resto de los carteles... ¿por qué?, chi lo sa.
jajaja, buen estudio antropológico.
ResponderEliminarEl blog está aumentando en estilo, si señor