lunes, 21 de febrero de 2011

Más allá de la vida, de Clint Eastwood


Eastwood no sólo repite como autor de la música, autoplagiándose, sino que reincide en su incompetencia como director. Los diálogos de supermercado, la mediocridad del guión, la vergonzosa forma de forzar las situaciones, el dibujo caricaturesco de los personajes -Matt Damon no sólo habla con los muertos sino que al final puede prever el futuro, toma ya-, la incapacidad narrativa que demuestra al desconocer los mecanismos del montaje o el recurso de la elipsis y la tendencia al sermoneo político o religioso son marcas de la casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario