jueves, 8 de enero de 2009

De dibujitos y sandeces animadas


El reino de los chiflados, exótica traducción de Lissi und der wilde Kaiser -Lissi y el emperador chalado-, se alinea junto a la nefasta y hedionda Rh+, el vampiro de Sevilla en las particularidades estéticas y narrativas de la animación europea. Si la ignominiosa película española estrenada en el pasado festival de cine de Sevilla es una vergonzosa sucesión de exabruptos propios del carnaval gaditano, la alemana mantiene un tono igualmente codificado sólo para el público adulto, pero menos cargado de la escatología vomitiva de la cinta local. De hecho, prueba de la ineptitud de los guionistas europeos del cine de animación (si los hubiere), el único infante* de la sala abandonó la proyección, seguramente bien aconsejado por unos prudentes y sabios padres (no me quiero ni imaginar cómo sería la cosa en plena vorágine navideña con la sala abarrotada). Adulterada hasta límites insoportables por el doblaje del aburrido y agotado Florentino Fernández, esta memez germana, que da vergüenza ajena, engarza un esperpéntico rosario de escenitas chistosas sin criterio ni genio que maldita la gracia que tienen.


En el extremo opuesto se sitúa Bolt, impecable ejemplo estético de lo que es una película de dibujitos (en mi calle, algunos niños decían periquitos). Con lagunas en su estructura y una coherencia interna tan endeble como un andamio de plastilina, Bolt es no obstante ingeniosa y graciosa a veces, visualmente notable e inteligible para los niños* (aunque los que hubiese en la sala se dedicaran a jugar entre las butacas), pero sobre todo, producida con criterio y cuidado profesional, mantiene el tono de lo que es y quiere ser. Eso sí, como todas las películas Disney, adolece del aire sensiblero marca de la casa, sin llegar al ataque diabético del numerito musical o la cancioncita moralista.

* Los niños NO DEBERÍAN IR AL CINE. Se aburren, por muy divertidos que sean los dibujitos, y cuesta mantenerlos sentados los noventa minutos escasos que suelen durar estas películas. Así que, NO LLEVEN A LOS NIÑOS AL CINE, salvo que demuestren un coeficiente de inteligencia igual o superior al de un adulto... un adulto con suficiente coeficiente de inteligencia, claro, que hay cada garrulo suelto...

13 comentarios:

  1. ¡Bolt es la caña! No sé como puedes decir que tiene lagunas en su estructura yo, al menos, no las percibí y transcurre firmemente sin tambalearse en ningún momento, llega incluso a ser emocionante, sus personajes te destrozan de risa, sobre todo, Mittens, llena de ironía y qué me dices del pirado de la bola...En lo de los niños estoy totalmente de acuerdo.

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  2. Y eso que no has visto Wall-e... pero querría añadir que, aunque reniego y siempre lo haré del doblaje, por lo menos en Bolt han tenido el acierto de incluir a Les Luthiers para poner algunas voces, bonito detalle.

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  3. A mi me parece que el doblaje está bastante bien en Bolt, pero muchas veces lo que más hace reír no es lo que dicen (que también) sino las caras y los gestos, las formas de moverse, en definitiva, lo que apuntas, un impecable ejemplo estético.

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  4. El doblaje NUNCA está bien, ¿estaría bien doblar a Dave Gaham, a Brian Johnson, a Robert Smith, a Joe Strummer, a Ian Curtis, a Morrisey...?

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  5. ¡Viva Portugal!
    Sem chumbo 95.

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  6. Viva entonces Deutschland.

    4 plátanos.

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  7. Cabeza de puerta, acuéstate ya con el tema del doblaje y deja tranquilo al personal.

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  8. Sí coque, hay que ver cómo se pone el niño, y encima no se entera porqué le digo lo de Portugal, donde lo subtitulan todo, y me salta con Alemania, donde el House suena de lo más sexy bajo el doblaje alemán:
    Cameron ruhig, ich werde nicht schneiden, ich möchte nur zeigen,was macht diese...
    O algo así. Y sí, pedí 4 plátanos en español a una frutera alemana, y qué, ja,ja.

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  9. jajajjajaaj

    También habrá que ver Bolt.

    Javi... a mi me has convencido, consuélate.

    ABAJO EL DOBLAJE.

    Y lo de los niños absolutamente de acuerdo, yo propongo que para ir al cine se tenga que pasar un examen como el de la autoescuela pa conducir. El que no sepa mantenerse callado, mastique ruidosamente, se mueva demasiado, se levante pa mear siete veces, etc,etc,etc, que no se le deje entrar.

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  10. McClain, si eso fuera así, se acabaría la industria del cine.

    ARRIBA EL DOBLAJE (excepto el de Dexter; vaya voz que le han puesto a Michael C. Hall)

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  11. Hombre claro, el de Dexter no... ¡panfleto!, o todos judíos o todos romanos, medias tintas y mariconadas las justas...

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  12. Puerta cabeza, tú sabes perfectamente que en el Cineclub lo que sobran son mariconadas.

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