Lo peor es que el impertinente francoparlante (tenía que ser filofranchute el nota) tenía razón; un individuo con ganas de impresionar a su ligue gabacha expresó su innecesaria e inoportuna opinión sobre esta película justo detrás de mí mientras compraba las entradas en la taquilla del Avenida (a veces pago el cine, lo reconozco). Y en efecto, esta revisión del clásico homónimo de Robert Wise es más bien un despropósito narrativo. Inserto aquí, en homenaje a Coque, un recuerdo más de la Ecam; podría decirse de Ultimátum a la tierra lo mismo que Gonzalo, un compañero de clase en la Escuela, decía de mi guión de segundo curso: un huy huy* excremento narrativo. Ultimátum a la tierra es una aburrida e insípida sucesión de escenas que, al contrario que las palabras en una frase, no expresan nada. La película tiene un prólogo explicativo inútil y el punto de vista se reparte, recurso rara vez efectivo, entre Klaatu, bien interpretado por un Keanu Reeves más viejuno, la científica, una Jennifer Connelly algo sosa, y por supuesto los diferentes representantes militares y gubernamentales. Lo primero que pasa cuando llega Klaatu es que los militares rodean con sus tanques y sus hummer la nave. Empieza a parecer ridícula toda esta parafernalia repetida una y otra vez en el cine estadounidense. Reflexión aparte merecería el pánico y el miedo que hay detrás de tan poderoso y exagerado despliegue bélico. A partir de ahí, el desorden y la confusión, la nada en definitiva. Como diría el Alvarito, "vaya huy huy* rollo".
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* Mi natural timidez me impide transcribir ciertas expresiones que forman parte del más vulgar de los coloquios, dejo pues a la vasta imaginación del lector la sustitución de estas interjeciones por vocablos sin duda más contundentes y sonoros.
El Alvarito ese sería el Coque no?
ResponderEliminarAbsolutamente de acuerdo con su crítica.
Un rollo.
Pero es que a mi la Connelly me pone.
Uno tiene sus debilidades.
El susodicho Alvarito es el que se esconde detrás de Bogart con resaca.
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