HIFF - Buried, de Rodrigo Cortés

Escrito por Marta Comesaña
El pasado jueves, 16 de septiembre, comenzó en Helsinki la vigesimotercera edición del Festival de Cine Internacional que cada año se celebra en la capital finlandesa, y que concluirá el próximo 26.

Ayer tuve la oportunidad de asistir a la presentación de la película española 'Buried' dentro del programa oficial, dirigida por Rodrigo Cortés y protagonizada por Ryan Reinolds:

A pesar de haber leído las excelentes críticas recibidas tras el Festival de Sundance, no me imaginaba que 90 minutos viendo a un conductor de camiones metido en una caja fuera a dar para mucho más que agobio claustrofóbico. No obstante, tenía mucha expectación por saber qué podía ser lo que había causado tanto furor y tengo que decir, entrando en terreno pantanoso, que el guión, de Chris Sparling, tiene mucha parte de culpa.

La angustia de ver cómo se pasa enterrado toda la película se alivia, en contadas ocasiones, con pinceladas de humor negro, añadidas muy acertadamente al guión por el director, en los diálogos que el protagonista, Paul Conroy, mantiene con diferentes personas del exterior a través del teléfono móvil del que dispone. Sin embargo, el director consigue que la tensión sea máxima hasta el desenlace.

Hay varios aspectos que inicialmente desconciertan de la película pero que, con el paso del tiempo, van encajando. Uno de ellos es, por ejemplo, la utilización que se hace del mechero; lo usa en ocasiones en las que es inevitable pensar que debería tenerlo apagado para racionalizar su desgaste, por lo que, al principio, parece sólo una justificación para poder iluminar la escena. Pero a medida que avanza la cinta, el efecto de la angustia va haciendo que uno mismo se plantee viviendo esa misma situación, entendiendo la actitud del propio personaje y llegándose a identificar con las decisiones que va tomando.

Se va completando así, poco a poco, un puzzle que en los primeros instantes parece imposible de casar.

No obstante, incluye algunos detalles forzados, para mi gusto innecesarios, pero que pasan inadvertidos en un análisis global.

La actuación de Ryan Reinolds roza la perfección, teniendo en cuenta de lo difícil que tiene que ser interpretar un papel en el que todos y cada uno de los planos son suyos y la complejidad añadida del espacio con el que cuenta. Por otro lado, el director juega muy acertadamente con los encuadres consiguiendo que ninguna escena parezca repetida con la anterior. La fotografía es sorprendente pero aún lo es más sacar hacia delante, de forma tan brillante, una proyecto con un solo personaje y una sola localización.

En resumen, a mi me ha sorprendido para bien, seguramente porque iba con la idea preconcebida de que no podría hacerlo. Merece la pena pasar el ratito de angustia, la verdad.

La película se estrenará en los cines españoles a partir del uno de octubre aunque ya os informaremos de ello en la correspondiente entrada de los estrenos.