domingo, 16 de agosto de 2009

Cinco días en Saigón, de Stephane Gauger


Desde Pleno verano no me echaba a los ojos una película vietnamita. Si las comparamos, me quedo con aquella. El director de esta (cuyo título original es El búho y el gorrión*) está obsesionado por mantener el tamaño del encuadre circunscrito al primer plano, desahogando en contadas ocasiones la visión con alguna toma de mayor talla. Esta molesta decisión "caligráfica", que nos remite a aquella infamia que se coló en el pasado Sevilla Festival de Cine Europeo llamada La hermana de Katia, y la triplicación del punto de vista que termina unificándose al final, oscurecen una película con demasiado lastre oral, muy lejos de la, a veces portentosa, capacidad narrativa de la mencionada Pleno verano.
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*A modo de divertimento haré una observación sobre la decisión del guionista respecto a los nombres de los personajes que construye. Por ejemplo, en la saga de Piratas del caribe, el nombre de Jack Sparrow se podría traducir como (invoco los nuevos y flamantes conocimientos lingüísticos de nuestros destacados colaboradores londinenses) Jacobo Gorrión. El guionista tiene, sin duda, una razón** para nominar de tan poco viril o temeraria forma a un pirata de tomo y lomo, y me temo que está relacionada con la forma de ser y actuar del personaje. Así, en la misma saga existe el personaje de Elizabeth Swann (Isabel Cisne), quien, no puede ser de otra forma, representará virtudes y bondades, o, y esto es más interesante, podría ser el nombre de una bruja perversa, dotando de potente ironía las características del personaje. Propongo a nuestros queridos anglófilos que nos ilustren con nuevos ejemplos.
** ¿Se advierte razón o criterio alguno en la elección de los nombres de los personajes de las películas españolas?

1 comentario:

  1. Pa ejemplos estamos aquí, proponedor,jajaja

    Y eso de los nombres en los guiones españoles sería mucho pensar, chavá... que aquí se está pa rascar subvenciones. Todavía no te has enterado.

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