jueves, 19 de enero de 2012

Restless, de Gus van Sant


Simpática comedia romántica, especialmente estimulante durante la primera parte, pero que, como debe suceder por pura naturaleza en cualquier pieza del género, pierde fuerza centrífuga para ir acomodándose a las convenciones del cine industrial, resultando, no obstante, una película de bonitas hechuras y agradable visión.

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