domingo, 13 de junio de 2010

A propósito de Elly, de Asghar Farhadi


Amargos son los lamentos ante las hamburguesas que nos suelen colocar las distribuidoras estadounidenses; esas comedias ínfimas que allá son carne de videoclub pero acá son rémora inexorable de los grandes éxitos. Sin embargo, si la misma hamburguesa, pero con toque de kebab, nos llega de Irán, famoso por su cultura cinematográfica, los lamentos se mudan por elogios y aún por exageradas ovaciones estimuladas por una extraña e injustificable admiración hacia un cine rancio, pobre e insípido.

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