jueves, 13 de noviembre de 2008

SFCE

Algunos pensarán que los franceses le han hecho algo a mi madre, pero es que no puedo con ellos (cinematográficamente). Ayer (el 12 de noviembre, que a estas alturas de Festival ya no sé ni por qué llevo calcetines) asistí a la proyección de Tout est pardonné... lo único que voy a decir es que la miserable y exigua satisfacción que procura esta memez intelectualoide gabacha (otra más, señor Tom), típica tópica en plan "nos sentamos y hablamos y demostramos que leemos y somos cultos franceses" y que tiene que explicar cuánto tiempo pasa entre escena y escena y machacar las cosas dos veces es reencontrarse con el poeta escuálido de Antes del amanecer. Punto. Por lo demás y haciendo recuento, el chiste cinematográfico en forma de película que el comando "Von Trier" construye con The early years of Erik Nietzsche, con guiño cachondo al final (por ser tan fatigas os perdéis los títulos de crédito, chincha) me parece interesante, La batalla de Haditha es escalofriante (por lo locos que están unos y otros y lo difícil que parece que todo eso se restañe sin dejar cicatriz) y My father, my lord es una curiosa pero torpe propuesta israelí a la que se le puede echar un ojo (curioso... el ojo). Sin mucho entusiasmo mencionaré Cerezos en flor, la última de Doris Dörrie, a la que, y esto empieza a ser una plaga entre nuestros autores europeos, le duele mucho cortar donde debe y claro, luego pasa lo que pasa, que lo que puede estar bien en 90 minutos (o menos) se estropea en 120.
Entre las bobinas a echar al fuego (exagerando un poco) tenemos Tres historias en vela, cuyos sonrientes factores aparecen en la imagen; Tomislav Radic (el muchacho sentado) y Rosana Pastor, actriz que nos ha dejado muy clarito en la rueda de prensa que es valenciana, che. Lo que también ha quedado muy clarito y me ha reconocido el director con un simple y rotundo "sí" a la pregunta de un servidor es que a esta tontuna croata (y van dos, a estos se les da mucho mejor el baloncesto) le sobran dos tercios de la misma y que como mucho la cosa da para un corto.


Antes de la croata nos las vimos con la alemana, cuyos protagonistas aparecen en la siguiente imagen; En el séptimo cielo (imaginativa traducción de Wolke 9 -nube 9-). Se trata de una historia de declives, del amor en el declive de la vida y del declive de la propia historia conforme avanza el metraje. Eso sí, la foto muy bonita (...ejem, me refiero al estilo fotográfico de la peli).


Y estos dos rubicundos finlandeses, actriz ella, Outi Mäenpää, y productor él, vinieron a presentar Black Ice, historia de celos y venganzas sentimentales en los incomparables paisajes de la gélida Finlandia. Pero vamos, que la cosa quedó como en una película de Antena 3 un domingo después de comer.


Me voy a dormir, ¡dejarme vivir!... (en un cine, plis)

2 comentarios:

  1. Y dónde está la mejor foto del festival???

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  2. Vaya tela mi javi... siempre tan deliciosamente cr'itico...

    Ahi esta, co;o... di que si. Caca de la vaca estos franceses queriendonos hacer saber lo listos, cultivados y carbohidratados que est'an. Se les paso la mano con el tofu...

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