Acaso por la combinación de varias ideas para cortometrajes la película se bifurca y desperdicia rápidamente tramas tan interesantes como la de la niña suicida para concluir con lo que considero una grosería estética y argumental; el inverosímil atropello de la portera, interpretada por Josiane Balasko. Superficial y pedante por momentos, como es propio del cine francés, la historia se acomoda en una narración convencional y en argumentos ya conocidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario